Afirmar que la música contribuye al desarrollo de la persona en su totalidad no resulta nada nuevo. , entre otros, define al ser humano como un ser bio-psico-social. Más en concreto, afirma que la música tiene un valor formativo que contribuye al desarrollo integral de la persona en sus tres dimensiones: la fisiológica, la psicológica y la sociológica.
1. Dimensión biológica o fisiológica. La música posee la capacidad de desarrollar la fisiología humana, sobre todo, a través del ritmo. La expresión rítmica proporciona una capacidad de coordinación que se ve reflejada en la capacidad psicomotriz de la persona.
2. Dimensión psicológica. El desarrollo de la capacidad psicológica supone a su vez el desarrollo de distintas capacidades: intelectual, afectiva, moral, cognitiva, etc.
3. Dimensión sociológica. Se trata del desarrollo de la capacidad o inteligencia interpersonal de cada persona. Es decir, del establecimiento de relaciones sociales, ya que el ser humano es social por naturaleza.
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